Antes de entrar en las estrategias y dinámicas para enseñar matemáticas, creo que es importante reflexionar sobre qué son las matemáticas y qué papel juegan en nuestra vida. Muchas veces, tenemos una idea equivocada o limitada de lo que son las matemáticas, y eso nos impide apreciar su belleza, su utilidad y su diversidad.
Las matemáticas no son solo un
conjunto de reglas, fórmulas, símbolos y operaciones que hay que memorizar y
aplicar mecánicamente. Tampoco son solo una herramienta para resolver problemas
prácticos o para medir y cuantificar la realidad. Las matemáticas son mucho más
que eso. Las matemáticas son una ciencia formal que estudia los patrones, las
estructuras, las relaciones, las propiedades y los principios que subyacen a
los fenómenos naturales, sociales y culturales. Son un lenguaje universal que
nos permite comunicarnos, expresarnos, razonar, argumentar, crear, imaginar y
descubrir. Las matemáticas son un arte que nos invita a apreciar la armonía, la
simetría, la elegancia y la estética de las formas y los números. Son una
aventura que nos desafía a explorar lo desconocido, a buscar soluciones
originales, a enfrentar retos intelectuales y a superar nuestras propias
limitaciones.
Las matemáticas tienen una
historia milenaria que refleja el desarrollo del pensamiento humano a lo largo
de las diferentes épocas y culturas. Han sido creadas por personas que han
tenido curiosidad, ingenio, creatividad e intuición para resolver problemas,
plantear preguntas, formular hipótesis, elaborar teorías, demostrar resultados
y generar conocimiento. Las matemáticas han sido influenciadas por el contexto
social, político, económico y cultural en el que se han desarrollado, y al
mismo tiempo han influido en el avance de otras ciencias, tecnologías y artes. Tienen
una dimensión ética y humanista que implica valores como la verdad, la
honestidad, la rigurosidad, la crítica, el respeto y la cooperación.
¿POR QUÉ ENSEÑAR MATEMÁTICAS?
Después de esta breve
introducción sobre qué son las matemáticas, podemos preguntarnos por qué es
importante enseñarlas en la educación básica. Hay muchas razones para hacerlo,
pero yo quiero destacar tres:
- Porque las matemáticas nos ayudan a comprender el mundo. Las matemáticas nos permiten describir, explicar e interpretar los
fenómenos naturales y sociales que nos rodean. Las matemáticas nos dan
herramientas para analizar datos, representar información, modelar
situaciones y tomar decisiones. Las matemáticas nos abren la mente a
nuevas perspectivas y posibilidades.
- Porque las matemáticas nos ayudan a desarrollar habilidades
cognitivas y socioafectivas. Las
matemáticas nos estimulan a pensar lógica y críticamente, a resolver
problemas de forma creativa e innovadora, a comunicarnos con claridad y
precisión, a argumentar con rigor y coherencia, a razonar deductiva e
inductivamente, a generalizar y abstraer conceptos, a transferir
conocimientos a diferentes contextos, a aprender a aprender de forma
autónoma, a trabajar en equipo, a tolerar la frustración, a perseverar
ante las dificultades, a confiar en nuestras capacidades, a disfrutar del
reto intelectual y a valorar el esfuerzo.
- Porque las matemáticas nos ayudan a formarnos como personas. Las matemáticas nos ofrecen una oportunidad para desarrollar
nuestra identidad, nuestra cultura, nuestra creatividad, nuestra
sensibilidad y nuestra ética. Las matemáticas nos conectan con nuestro
pasado, nuestro presente y nuestro futuro. Las matemáticas nos inspiran a
buscar la verdad, la belleza y el bien.
¿CÓMO ENSEÑAR MATEMÁTICAS?
Ahora que hemos visto qué son
las matemáticas y por qué enseñarlas, podemos pasar a la cuestión de cómo
enseñarlas de forma divertida e innovadora con sentido humanista. No hay una
única respuesta a esta pregunta, pero quiero compartir con ustedes algunas
estrategias y dinámicas que he recolectado de algunas experiencias de
compañeros docentes que, desde mi punto de vista, pueden ser útiles y efectivas
para lograr este propósito.
Estas estrategias y dinámicas se
basan en los siguientes principios:
- Partir de los intereses, las necesidades, los conocimientos previos
y los estilos de aprendizaje de los estudiantes. Es importante conocer a nuestros alumnos, sus características, sus
motivaciones, sus dificultades y sus potencialidades. Así podremos adaptar
nuestra enseñanza a su diversidad y ofrecerles actividades que les
resulten significativas, relevantes y desafiantes.
- Fomentar el aprendizaje activo, participativo y cooperativo. Es importante que los alumnos sean los protagonistas de su propio
aprendizaje, que se involucren en las actividades, que interactúen con sus
compañeros, que compartan sus ideas, que se escuchen, que se ayuden, que
se respeten y que se diviertan. Así podremos crear un ambiente de
aprendizaje positivo, dinámico y solidario.
- Utilizar una variedad de recursos didácticos. Es importante que los alumnos tengan acceso a diferentes tipos de
materiales y medios para aprender matemáticas. Podemos utilizar objetos
concretos, dibujos, pegatinas, juegos de mesa, tarjetas, fichas, dados,
calculadoras, ordenadores, tabletas, aplicaciones digitales, vídeos,
canciones, cuentos, etc. Así podremos estimular sus sentidos, su
imaginación y su creatividad.
- Promover el aprendizaje por descubrimiento. Es importante que los alumnos tengan la oportunidad de explorar,
experimentar, investigar y construir su propio conocimiento matemático.
Podemos plantearles situaciones problemáticas que les inviten a buscar
soluciones originales, a formular preguntas, a hacer conjeturas, a probar
hipótesis, a elaborar estrategias, a verificar resultados, a reflexionar
sobre el proceso y el producto, a comunicar sus hallazgos y a evaluar su
aprendizaje. Así podremos desarrollar su pensamiento matemático y su
actitud científica.
- Integrar las matemáticas con otras áreas del conocimiento. Es importante que los alumnos vean las matemáticas como una
ciencia que está relacionada con otras disciplinas y con la realidad.
Podemos establecer conexiones entre las matemáticas y las ciencias
naturales, las ciencias sociales, la lengua, el arte, la música, la
educación física, etc. Así podremos enriquecer su cultura general y su
visión global del mundo.
A continuación, les presento algunos
ejemplos de estrategias y dinámicas para enseñar matemáticas basadas en estos
principios:
- La ruleta matemática: Esta
es una dinámica para repasar o reforzar contenidos matemáticos de forma
divertida y competitiva. Se necesita una ruleta con diferentes categorías
(por ejemplo: números naturales, números decimales, fracciones,
porcentajes, geometría, medida, estadística, etc.) y una serie de tarjetas
con preguntas o problemas relacionados con cada categoría. Los alumnos se
dividen en equipos y cada equipo elige un representante que gira la
ruleta. El equipo debe responder a la pregunta o problema correspondiente
a la categoría que salga en la ruleta. Si acierta, gana un punto; si falla
o no sabe la respuesta, pierde el turno. Gana el equipo que más puntos
tenga al finalizar el juego.
- El bingo matemático: Esta es una dinámica para practicar
operaciones aritméticas básicas (suma, resta, multiplicación y división)
de forma lúdica e interactiva. Se necesita un tablero de bingo con números
del 1 al 100 y una serie de tarjetas con operaciones aritméticas cuyo
resultado sea uno de esos números. Los alumnos se reparten los tableros y
las tarjetas se colocan boca abajo en el centro de la mesa. Un alumno toma
una tarjeta y la lee en voz alta. Los demás alumnos deben realizar la
operación mentalmente y marcar el resultado en su tablero si lo tienen. El
primer alumno que complete una fila, una columna o una diagonal, debe
decir “bingo” y mostrar su tablero. Si es correcto, gana el juego; si no,
sigue el juego hasta que haya un ganador.
- El tangram: Esta es una estrategia
para trabajar la geometría plana, el razonamiento espacial y la
creatividad. Se necesita un tangram, que es un rompecabezas chino formado
por siete piezas geométricas (un cuadrado, un paralelogramo y cinco
triángulos) que se pueden combinar para formar diferentes figuras. Los
alumnos pueden usar el tangram para explorar las propiedades de las formas
geométricas, como los ángulos, los lados, las áreas, los perímetros, las
simetrías, etc. También pueden usar el tangram para crear sus propias
figuras, como animales, personas, objetos, letras, etc. Los alumnos pueden
presentar sus creaciones a sus compañeros y explicar cómo las han hecho y
qué piezas han usado.
- El dominó matemático: Esta
es una dinámica para repasar o reforzar contenidos matemáticos de forma
divertida y cooperativa. Se necesita un dominó con diferentes símbolos
matemáticos (por ejemplo: números, signos de operaciones, signos de
igualdad o desigualdad, paréntesis, raíces, potencias, etc.) y una serie
de tarjetas con expresiones o ecuaciones matemáticas que se puedan formar
con esos símbolos. Los alumnos se dividen en equipos y cada equipo recibe
un dominó y una tarjeta. Los equipos deben colocar las fichas del dominó sobre
la tarjeta de forma que se forme la expresión o ecuación indicada. Si lo
logran, ganan un punto; si no lo logran o se les acaban las fichas,
pierden el turno. Gana el equipo que más puntos tenga al finalizar el
juego.
- El sudoku: Esta es una estrategia
para trabajar el razonamiento lógico, la atención y la concentración. Se
necesita un sudoku, que es un pasatiempo japonés que consiste en rellenar
una cuadrícula de 9x9 celdas dividida en subcuadrículas de 3x3 con números
del 1 al 9 sin repetirlos en la misma fila, columna o subcuadrícula. Los
alumnos pueden usar el sudoku para practicar el conteo, la ordenación, la
comparación y la deducción de números. También pueden usar el sudoku para
desarrollar su paciencia, su perseverancia y su autoestima.
- La calculadora humana: Esta
es una dinámica para practicar el cálculo mental de forma divertida e
interactiva. Se necesita una calculadora humana, que es un alumno o un
docente que hace el papel de una calculadora y que solo puede decir
números o signos matemáticos. Los demás alumnos deben hacerle preguntas o
peticiones relacionadas con el cálculo mental, como por ejemplo: “Dime un
número par”, “Suma 5”, “Multiplica por 10”, “Resta 7”, “Divide entre 2”,
etc. La calculadora humana debe responder a cada pregunta o petición diciendo
el número o signo correspondiente. Los demás alumnos deben seguir
mentalmente el cálculo y decir el resultado final cuando la calculadora
humana diga “igual”. Si aciertan, ganan un punto; si fallan o no saben el
resultado, pierden el turno. Gana el alumno que más puntos tenga al
finalizar el juego.
Estas son solo algunas de las
muchas estrategias y dinámicas que se pueden usar para enseñar matemáticas de
forma divertida e innovadora con sentido humanista. Espero que les hayan
gustado y que las pongan en práctica en sus clases. Les aseguro que sus alumnos
lo agradecerán y disfrutarán mucho más de las matemáticas.
FUENTES BIBLIOGRÁFICAS:
- Alsina, C. (2011). La razón matemática. Madrid: Nivola.
- Brousseau, G.
(1997). Theory of didactical situations in mathematics. Dordrecht: Kluwer.
- Gardner, M. (2001). Matemática recreativa. Barcelona: RBA.
- Montessori, M. (2007). El método de la pedagogía científica.
Madrid: Biblioteca Nueva.
- Piaget, J. (1975). La formación del símbolo en el niño. México:
Fondo de Cultura Económica.
- Polya, G. (2008). Cómo plantear y resolver problemas. México:
Trillas.
- Van de Walle, J. A. (2006). Matemática para la educación infantil y
primaria. Madrid: Pearson.
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