Según Campbell, el monomito es el patrón básico que subyace a todas las historias que involucran a un héroe o una heroína que se embarca en una aventura, supera una crisis decisiva y regresa transformado o transformada. Campbell, que era un experto en mitología comparada, se dio cuenta de que este patrón se repetía en las tradiciones de todo el mundo, desde la antigüedad hasta la actualidad. En su famoso libro El héroe de las mil caras (1949), Campbell describe el monomito de la siguiente manera:
Un héroe se aventura a
abandonar el mundo cotidiano para adentrarse en una región de prodigios
sobrenaturales: allí se enfrenta a una serie de fuerzas fabulosas y obtiene una
victoria decisiva: el héroe regresa de esta misteriosa aventura con el poder de
otorgar beneficios a sus semejantes. (Campbell, 1949, p. 23)
Campbell no inventó el monomito,
sino que lo descubrió a partir de sus amplios conocimientos de las mitologías
de diversas culturas. Se inspiró en las ideas de otros pensadores, como el
psicoanalista Carl Jung, que postulaba la existencia de arquetipos universales
en el inconsciente colectivo de la humanidad, o el antropólogo James Frazer,
que identificaba elementos comunes en los ritos y los mitos de la fertilidad.
Campbell también reconoció la influencia de otros autores que habían propuesto
modelos similares, como el filósofo Otto Rank o el folclorista Lord Raglan, que
habían elaborado listas de rasgos característicos de los héroes míticos.
Sin embargo, Campbell fue más
allá de sus predecesores y elaboró un esquema detallado de las etapas que
componen el monomito, basándose en ejemplos de diversas fuentes literarias y
religiosas. Según Campbell, el monomito se divide en tres fases principales: la
separación, la iniciación y el regreso. Cada una de estas fases se subdivide a
su vez en varias etapas, que pueden variar según el relato, pero que siguen un
orden lógico y una función simbólica. En total, Campbell identificó 17 etapas
del monomito, que son las siguientes:
1. La llamada a la aventura: el
héroe o la heroína recibe una invitación, un desafío o una amenaza que lo o la
saca de su situación ordinaria.
2. El rechazo de la llamada: el
héroe o la heroína siente miedo, duda o resistencia ante la perspectiva de
abandonar lo conocido y enfrentarse a lo desconocido.
3. La ayuda sobrenatural: el
héroe o la heroína recibe el apoyo o la orientación de una figura benéfica, que
puede ser un mentor, un protector o un donante de un objeto mágico.
4. El cruce del primer umbral:
el héroe o la heroína se decide a aceptar la llamada y se adentra en el mundo
de la aventura, que es diferente al mundo cotidiano.
5. El vientre de la ballena: el
héroe o la heroína experimenta una separación definitiva de su mundo anterior,
que puede implicar una muerte simbólica o una transformación.
6. El camino de las pruebas: el
héroe o la heroína se enfrenta a una serie de obstáculos, enemigos, aliados y
tentaciones que ponen a prueba su valor, su inteligencia y su integridad.
7. El encuentro con la diosa: el
héroe o la heroína experimenta un momento de amor, de unión o de iluminación
que le revela un aspecto esencial de la vida o de sí mismo o misma.
8. La mujer como tentadora: el
héroe o la heroína se siente atraído o atraída por una figura femenina que
representa el peligro de perderse en el placer, el egoísmo o la ilusión.
9. La atonement con el padre: el
héroe o la heroína se enfrenta a la autoridad, al poder o al destino que rige
su mundo, que puede ser representado por una figura paterna, un dios o un
tirano.
10. La apoteosis: el héroe o la
heroína alcanza un estado de éxtasis, de trascendencia o de realización que le
otorga una nueva perspectiva o un nuevo poder.
11. La negación del retorno: el
héroe o la heroína se resiste a volver al mundo cotidiano, ya sea porque se
siente a gusto en el mundo de la aventura o porque teme perder lo que ha
ganado.
12. La huida mágica: el héroe o
la heroína escapa del mundo de la aventura, a veces con la ayuda de una fuerza
sobrenatural o de un objeto mágico, y a veces perseguido o perseguida por sus
enemigos.
13. El rescate desde el
exterior: el héroe o la heroína es rescatado o rescatada por una figura
benéfica que lo o la ayuda a cruzar el umbral de regreso al mundo cotidiano.
14. El cruce del umbral de
retorno: el héroe o la heroína vuelve a entrar en el mundo cotidiano, pero con
una conciencia renovada o con un don que puede compartir con los demás.
15. La maestría de los dos
mundos: el héroe o la heroína logra integrar su experiencia en el mundo de la
aventura con su vida en el mundo cotidiano, y se siente capaz de moverse entre
ambos con facilidad y armonía.
16. La libertad para vivir: el
héroe o la heroína se libera de los miedos, las dudas o las limitaciones que le
impedían vivir plenamente, y se siente feliz, satisfecho o satisfecha y en paz
consigo mismo o misma y con el mundo.
17. La libertad para morir: el
héroe o la heroína acepta la muerte como parte del ciclo de la vida, y se
prepara para dejar este mundo con serenidad y gratitud.
Estas son, en resumen, las
etapas del monomito de Campbell, que pueden aplicarse a cualquier historia que
siga el modelo del viaje del héroe o de la heroína. Sin embargo, hay que tener
en cuenta que no todas las historias incluyen todas las etapas, ni las
presentan en el mismo orden, ni las interpretan de la misma manera. El monomito
es un esquema flexible y adaptable, que puede enriquecerse con las
particularidades de cada cultura, de cada época y de cada autor o autora.
¿Por qué es importante el
monomito? El monomito es importante porque nos ayuda a comprender el
significado profundo de los mitos y las narrativas que han influido en nuestra
forma de ver el mundo y de vivir nuestra propia aventura. Los mitos y las
narrativas no son solo entretenimiento, sino que son expresiones de la
sabiduría, de la creatividad y de la espiritualidad de la humanidad. El
monomito nos muestra que, más allá de las diferencias superficiales, hay una
esencia común que nos une a todos y a todas como seres humanos.
El monomito también es
importante porque nos inspira a emprender nuestro propio viaje del héroe o de
la heroína, a salir de nuestra zona de confort, a enfrentarnos a nuestros
retos, a descubrir nuestro potencial, a aprender de nuestras experiencias, a compartir
nuestros dones y a vivir con plenitud y con sentido. El monomito nos invita a
ser protagonistas de nuestra propia historia, y a contribuir al bienestar de
nuestra comunidad y de nuestro planeta.
El monomito es, en definitiva,
una herramienta poderosa para el análisis, la creación y la transformación de
las historias que nos cuentan y que nos contamos. Espero que este artículo te
haya servido para conocer mejor el monomito de Campbell, y que te anime a
explorar más sobre este tema fascinante. Te recomiendo que leas el libro de
Campbell, El héroe de las mil caras, y que busques ejemplos de monomitos en las
obras literarias, cinematográficas o artísticas que más te gusten. También te
sugiero que reflexiones sobre tu propia historia, y que te preguntes qué etapa
del monomito estás viviendo ahora, y qué etapa te gustaría vivir después.
Recuerda que la aventura te espera, y que solo tú puedes decidir si la aceptas
o la rechazas.
Gracias por leer este artículo,
y espero que te haya gustado. Si tienes alguna duda, comentario o sugerencia,
no dudes en escribirme. Me encantará saber tu opinión y dialogar contigo. Hasta
la próxima, y que la fuerza te acompañe.
Fuentes de información:
- Campbell, J. (1949). El héroe
de las mil caras. México: Fondo de Cultura Económica.
- Jung, C. (1964). Los
arquetipos y lo inconsciente colectivo. Buenos Aires: Paidós.
- Frazer, J. (1994). La rama
dorada. Madrid: Alianza Editorial.
- Rank, O. (2004). El mito del
nacimiento del héroe. Barcelona: Ediciones Obelisco.
- Raglan, L. (2005). El héroe:
un estudio sobre la tradición, el mito y el drama. Madrid: Alianza Editorial.
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