La separación o el divorcio de los padres es una situación difícil y dolorosa tanto para los adultos como para los hijos e hijas. Sin embargo, no tiene por qué ser un trauma irreversible ni una fuente de sufrimiento permanente. Todo depende de cómo se maneje el proceso y de cómo se comunique la decisión a los menores.
Los hijos e hijas tienen derecho
a saber lo que está pasando en su familia y a recibir una explicación adecuada
a su edad y a su nivel de comprensión. No se trata de darles detalles íntimos
ni de involucrarlos en los conflictos de la pareja, sino de transmitirles un
mensaje claro, honesto y respetuoso que les ayude a entender y a aceptar el
cambio.
En esta publicación te ofrezco
algunas sugerencias para comunicar la separación o el divorcio a tus hijos e
hijas según su edad, desde los 5 hasta los 18 años. Estas sugerencias están
basadas en la evidencia científica y en la experiencia clínica de profesionales
especializados en el tema.
Esperamos que te sean útiles y
que contribuyan al bienestar de tu familia.
De 5 a 8 años
Los niños y niñas de esta edad
todavía tienen un pensamiento concreto y egocéntrico, es decir, que se basan en
lo que ven y sienten, y que tienden a relacionar lo que pasa a su alrededor con
ellos mismos. Por eso, pueden tener dificultades para entender las causas y las
consecuencias de la separación, y pueden sentirse culpables o responsables de
lo que ocurre.
Para comunicar la separación o
el divorcio a los hijos e hijas de esta edad, te recomiendo lo siguiente:
- Elige un momento tranquilo y un lugar familiar para hablar con
ellos. Es preferible que estén los dos padres presentes, siempre que sea
posible y que haya un clima cordial entre ellos.
- Usa un lenguaje sencillo, directo y preciso. Evita las metáforas,
las ambigüedades y las falsas esperanzas. Por ejemplo, no digas “papá y
mamá se van a tomar un tiempo”, sino “papá y mamá han decidido vivir en
casas separadas”.
- Explica las razones de la separación sin entrar en detalles ni
culpar al otro. Por ejemplo, puedes decir “papá y mamá ya no se quieren
como pareja, pero sí como padres”, o “papá y mamá han tenido muchos
problemas que no han podido solucionar, pero eso no tiene nada que ver con
ustedes”.
- Asegura a tus hijos e hijas sepan que seguirán queriéndolos igual o
más que antes, y que la separación no va a cambiar eso. Dales mucho cariño
y atención, y demuéstrales con hechos que siguen siendo una familia,
aunque sea diferente.
- Informa a tus hijos e hijas de los cambios prácticos que va a
suponer la separación: dónde va a vivir cada uno, cómo van a ser las
visitas, qué va a pasar con sus cosas, con sus amigos, con su colegio,
etc. Intenta mantener la mayor estabilidad posible en su rutina y en su
entorno.
- Respeta el ritmo y las reacciones de tus hijos e hijas. Es normal
que tengan dudas, miedos, tristeza, enfado o confusión. Escúchalos con
paciencia y empatía, valida sus emociones y ofréceles tu apoyo. No les
presiones para que se adapten rápido ni les juzgues por lo que sienten.
- Fomenta una relación positiva entre tus hijos e hijas y el otro
progenitor. No les hagas elegir entre uno u otro, ni les pongas en medio
de las disputas. Respeta el derecho de tus hijos e hijas a ver, hablar y
disfrutar del otro progenitor. No les uses como mensajeros ni como
confidentes.
De 9 a 12 años
Los niños y niñas de esta edad
ya tienen un pensamiento más abstracto y lógico, es decir, que pueden entender
las causas y las consecuencias de la separación, y que pueden razonar sobre lo
que es justo o injusto. Sin embargo, también tienen un sentido moral más rígido
y una mayor conciencia social, lo que les puede llevar a juzgar o a criticar a
los padres, o a sentir vergüenza o rechazo por parte de sus iguales.
Para comunicar la separación o
el divorcio a los hijos e hijas de esta edad, ls recomiendo lo siguiente:
- Elige un momento adecuado y un lugar cómodo para hablar con ellos.
Es preferible que estén los dos padres presentes, siempre que sea posible
y que haya un clima respetuoso entre ellos.
- Usa un lenguaje claro, honesto y coherente. Evita las mentiras, las
contradicciones y las promesas incumplidas. Por ejemplo, no digas “papá y
mamá se van a dar una oportunidad”, sino “papá y mamá han decidido
separarse definitivamente”.
- Explica las razones de la separación sin entrar en detalles ni
descalificar al otro. Por ejemplo, puedes decir “papá y mamá ya no se
sienten felices juntos, pero sí como padres”, o “papá y mamá han tenido
diferencias irreconciliables, pero eso no afecta a nuestro amor por ustedes”.
- Asegura a tus hijos e hijas que les siguen queriendo igual o más
que antes, y que la separación no va a cambiar eso. Dales mucho afecto y
comprensión, y demuéstrales con hechos que siguen siendo una familia,
aunque sea diferente.
- Informa a tus hijos e hijas de los cambios prácticos que va a suponer
la separación: dónde va a vivir cada uno, cómo van a ser las visitas, qué
va a pasar con sus cosas, con sus amigos, con su colegio, etc. Intenta
mantener la mayor estabilidad posible en su rutina y en su entorno.
- Respeta el ritmo y las reacciones de tus hijos e hijas. Es normal
que tengan dudas, miedos, tristeza, enfado o rebeldía. Escúchalos con
paciencia y empatía, valida sus emociones y ofréceles tu apoyo. No les
presiones para que se adapten rápido ni les juzgues por lo que sienten.
- Fomenta una relación positiva entre tus hijos e hijas y el otro
progenitor. No les hagas elegir entre uno u otro, ni les pongas en medio
de vuestras disputas. Respeta el derecho de tus hijos e hijas a ver,
hablar y disfrutar del otro progenitor. No les uses como mensajeros ni
como confidentes.
De 13 a 18 años
Los adolescentes ya tienen un
pensamiento más complejo y crítico, es decir, que pueden entender la separación
como un problema entre los padres, y que pueden cuestionar o confrontar sus
decisiones. Sin embargo, también tienen una mayor necesidad de autonomía e
identidad, lo que les puede llevar a alejarse o a rebelarse contra los padres,
o a buscar refugio en sus amigos o en otras actividades.
Para comunicar la separación o
el divorcio a los hijos e hijas de esta edad, te recomendamos lo siguiente:
- Elige un momento oportuno y un lugar discreto para hablar con
ellos. Es preferible que estén los dos padres presentes, siempre que sea
posible y que haya un clima respetuoso entre ellos.
- Usa un lenguaje sincero, maduro y responsable. Evita las excusas,
las manipulaciones y las imposiciones. Por ejemplo, no digas “papá y mamá
se van a separar por vuestro bien”, sino “papá y mamá han decidido
separarse porque es lo mejor para nosotros como pareja”.
- Explica las razones de la separación sin entrar en detalles ni
criticar al otro. Por ejemplo, puedes decir “papá y mamá ya no se quieren
como pareja, pero sí como padres”, o “papá y mamá han tenido problemas que
no han podido resolver, pero eso no cambia nuestro amor por vosotros”.
- Asegura a tus hijos e hijas que les siguen queriendo igual o más
que antes, y que la separación no va a cambiar eso. Dales mucho aprecio y
confianza, y demuéstrales con hechos que siguen siendo una familia, aunque
sea diferente.
- Informa a tus hijos e hijas de los cambios prácticos que va a
suponer la separación: dónde va a vivir cada uno, cómo van a ser las
visitas, qué va a pasar con sus cosas, con sus amigos, con su colegio,
etc. Intenta
- Intenta respetar la opinión y la voluntad de tus hijos e hijas
sobre cómo quieren vivir la separación. No les obligues a hacer algo que
no quieren ni les impidas hacer algo que quieren, siempre que sea
razonable y seguro. Por ejemplo, no les prohíbas ver al otro progenitor ni
les fuerces a irse con él o ella si no quieren.
- Respeta el ritmo y las reacciones de tus hijos e hijas. Es normal
que tengan dudas, miedos, tristeza, enfado o indiferencia. Escúchalos con
paciencia y empatía, valida sus emociones y ofréceles tu apoyo. No les
presiones para que se adapten rápido ni les juzgues por lo que sienten.
- Fomenta una relación positiva entre tus hijos e hijas y el otro
progenitor. No les hagas elegir entre uno u otro, ni les pongas en medio
de vuestras disputas. Respeta el derecho de tus hijos e hijas a ver,
hablar y disfrutar del otro progenitor. No les uses como mensajeros ni
como confidentes.
Estas son algunas sugerencias
generales para comunicar la separación o el divorcio a tus hijos e hijas según
su edad. Sin embargo, cada caso es diferente y cada familia es única. Por eso, te
animamos a que busques ayuda profesional si lo necesitas o si ves que tus hijos
e hijas tienen dificultades para afrontar la situación. Un psicólogo o una
psicóloga especializado en el tema podrá orientarte y acompañarte en este
proceso.
Recuerda que la separación o el
divorcio no tiene por qué ser el final de tu familia, sino el comienzo de una
nueva forma de relacionarse y de cuidarlos. Lo más importante es que mantengas
el amor, el respeto y la comunicación entre ustedes.
FUENTES:
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- Hetherington,
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- Pedro-Carroll,
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- Wallerstein,
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