La psicopolítica: el sistema de control social más sofisticado de la historia

La psicopolítica es un término acuñado por el filósofo sur coreano Byung-Chul Han para describir el sistema de dominación que opera en las sociedades neoliberales, basado en el poder seductor, inteligente y manipulador de las tecnologías de la información y la comunicación. Según Han, la psicopolítica es una forma de control social que no recurre a la violencia física ni a la coacción externa, sino que se vale de la autoexplotación, el rendimiento, el consumo y el entretenimiento para someter a los individuos a los intereses del capitalismo global.

 



Han sostiene que la psicopolítica es una continuación y una superación de la biopolítica, el concepto que acuñó Michel Foucault para referirse al modo en que el poder moderno se ejerce sobre la vida de las poblaciones, regulando su nacimiento, su salud, su sexualidad, su trabajo y su muerte. La biopolítica se basaba en la disciplina, el control y la vigilancia de los cuerpos, mediante instituciones como la escuela, el hospital, la fábrica, la prisión, etc. La psicopolítica, en cambio, se basa en la gestión, el estímulo y la influencia de las mentes, mediante dispositivos como el smartphone, el ordenador, el internet, las redes sociales, etc.

 

La psicopolítica es una forma de poder que no se impone desde arriba, sino que se infiltra desde abajo, aprovechando la voluntad, la libertad y el deseo de los sujetos. Esta forma de control no necesita de un enemigo externo, sino que crea un amigo interno, que es el propio yo, tampoco genera resistencia, sino que produce adicción, no provoca miedo, sino que induce placer, no se basa en la prohibición, sino en la permisión. La psicopolítica no se apoya en la ideología, sino en la psicología.

 

La psicopolítica es, en definitiva, una forma de dominación que se disfraza de libertad, que se presenta como una oportunidad de realización personal, profesional y social, pero que en realidad es una trampa que nos atrapa en un círculo vicioso de producción y consumo, de competencia y comparación, de satisfacción y frustración. Nos hace creer que somos dueños de nuestra vida, pero en realidad nos convierte en esclavos de nuestro trabajo, de nuestro dinero, de nuestra imagen, de nuestra felicidad.

 

¿Cómo podemos escapar de la psicopolítica? ¿Cómo podemos resistir a este poder que nos seduce, nos engaña y nos explota? ¿Cómo podemos recuperar nuestra autonomía, nuestra dignidad y nuestra solidaridad? Estas son algunas de las preguntas que nos plantea Byung-Chul Han y que nos invita a buscar alternativas para construir una sociedad más justa, humana y ecológica.

 

Problemas que genera la psicopolítica

 

  • La alienación: La psicopolítica nos hace perder el contacto con nuestra propia esencia, con nuestros valores, con nuestros sueños, con nuestro sentido de la vida. Nos hace olvidar quiénes somos y qué queremos, para convertirnos en lo que el sistema espera de nosotros: trabajadores eficientes, consumidores compulsivos, usuarios adictos, espectadores pasivos. Nos hace creer que somos libres, pero en realidad nos aísla, nos individualiza, nos homogeneiza, nos deshumaniza.

 

  • La explotación: La psicopolítica nos hace trabajar más de lo que necesitamos, más de lo que podemos, más de lo que queremos. Nos hace sacrificar nuestra salud, nuestra familia, nuestro tiempo libre, nuestro ocio, nuestro descanso, por el afán de producir, de competir, de ganar, de triunfar. La psicopolítica nos hace consumir más de lo que tenemos, más de lo que podemos, más de lo que queremos. Nos hace endeudarnos, empobrecernos, insatisfacernos, frustrarnos, por el deseo de poseer, de comprar, de gastar, de disfrutar.

 

  • La manipulación: La psicopolítica nos hace pensar lo que no pensamos, sentir lo que no sentimos, hacer lo que no hacemos. Nos hace creer lo que no creemos, querer lo que no queremos, ser lo que no somos. Nos hace ver lo que no vemos, oír lo que no oímos, decir lo que no decimos. La psicopolítica nos hace ignorar lo que sabemos, olvidar lo que recordamos, negar lo que afirmamos. La psicopolítica nos hace actuar en contra de nuestra voluntad, de nuestra libertad, de nuestra conciencia.

 

¿Cómo podemos solucionar estos problemas? ¿Cómo podemos liberarnos de la psicopolítica? ¿Cómo podemos crear una sociedad más justa, más humana y más ecológica?

 

Estas son algunas de las posibles soluciones que podemos adoptar:

 

  • La conciencia: La primera solución es tomar conciencia de la realidad que vivimos, de la forma en que el poder nos domina, nos explota y nos manipula. La conciencia es el primer paso para la liberación, para la resistencia, para la rebeldía, porque nos permite cuestionar, criticar, denunciar, desobedecer, subvertir, transformar, y con esto recuperamos nuestra identidad, nuestros valores, nuestros sueños, nuestro sentido de la vida.

 

  • La educación: La segunda solución es educarnos para el desarrollo humano, para el bienestar, para la realización. La educación es el segundo paso para la liberación, porque nos permite desarrollar nuestras capacidades, oportunidades, potencialidades y aspiraciones. La educación nos permite satisfacer nuestras necesidades, motivaciones, emociones y pasiones.

 

  • La acción: La tercera solución es actuar colectivamente, solidariamente, creativamente. La acción es el tercer paso para la liberación, para la resistencia, para la rebeldía, porque nos permite cambiar la realidad, mejorar la sociedad, construir el futuro, crear el mundo. De esta manera, la acción nos permite participar, cooperar, colaborar, compartir y cuidar.

 

Estas son algunas de las alternativas que nos propone Byung-Chul Han para escapar de la psicopolítica y sus efectos nocivos. No son las únicas, ni las definitivas, ni las infalibles. Son solo algunas ideas, que espero que te hayan servido para reflexionar.

 


FUENTES DE INFORMACIÓN

 

  • Bauman, Z. (2007). Vida de consumo. México: Fondo de Cultura Económica.
  • Foucault, M. (2006). Seguridad, territorio, población. Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.
  • Han, B.-C. (2014). Psicopolítica: Neoliberalismo y nuevas técnicas de poder. Barcelona: Herder.
  • Maslow, A. (1991). Motivación y personalidad. Madrid: Díaz de Santos.
  • Max-Neef, M. (1993). Desarrollo a escala humana. Barcelona: Icaria.
  • Sen, A. (2000). Desarrollo y libertad. Barcelona: Planeta.

 



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