Si has tenido la fortuna de compartir tu vida con una mascota, sabes lo que significa perderla. Los animales domésticos son mucho más que simples compañeros: son miembros de nuestra familia, amigos incondicionales, fuentes de alegría y consuelo. Por eso, cuando mueren, nos sentimos devastados y experimentamos un profundo dolor que a veces no sabemos cómo afrontar.
El duelo por la pérdida de una mascota es un proceso natural y necesario que implica atravesar diferentes etapas emocionales, como la negación, la ira, la culpa, la tristeza y la aceptación. Cada persona vive este proceso de forma diferente, según su personalidad, su historia, su relación con el animal y las circunstancias de su muerte. No hay un tiempo determinado para superar el duelo, ni una forma correcta o incorrecta de hacerlo. Lo importante es reconocer y expresar lo que sentimos, sin reprimirlo ni avergonzarnos.
La psicología tiene un papel
crucial en el tratamiento del duelo por la pérdida de una mascota. En cada una
de las etapas del proceso, el apoyo profesional puede ayudarnos a comprender y
gestionar nuestras emociones, a resolver los conflictos internos que puedan
surgir, a encontrar un sentido a la pérdida y a elaborar un recuerdo positivo
del animal. Además, el psicólogo puede orientarnos sobre cómo comunicar la
noticia a los niños, cómo despedirnos de nuestra mascota y cómo decidir si
queremos o no adoptar otra.
- Reconoce tu dolor. No
minimices ni niegues lo que sientes. La pérdida de una mascota es un
acontecimiento traumático que puede generar un impacto emocional similar
al que produce la muerte de un ser humano. De hecho, algunos estudios han encontrado que el duelo
por una mascota puede ser incluso más intenso y prolongado que el duelo
por una persona1. Por eso,
no te sientas culpable ni ridículo por llorar o estar triste. Es normal y
necesario expresar tu dolor para poder sanarlo.
- Busca apoyo social.
Comparte tus sentimientos con las personas que te quieren y te comprenden.
A veces, podemos encontrarnos con comentarios insensibles o incomprensión
por parte de quienes no han tenido una mascota o no valoran el vínculo que
se establece con ella. En esos casos, es mejor alejarnos de esas personas
y buscar el consuelo de quienes sí nos pueden ofrecer empatía y respeto.
También puede ser útil participar en grupos de apoyo o foros online donde
podamos intercambiar experiencias con otras personas que han pasado o
están pasando por lo mismo.
- Cuida de ti mismo. El
duelo puede afectar no solo a nuestra salud mental, sino también a nuestra
salud física. El estrés, la ansiedad y la depresión pueden debilitar
nuestro sistema inmunológico y hacernos más vulnerables a las
enfermedades. Por eso, es importante mantener unos hábitos saludables que
nos ayuden a recuperar nuestro equilibrio y bienestar. Algunas
recomendaciones son: dormir lo suficiente, alimentarse de forma sana y
equilibrada, hacer ejercicio moderado, practicar técnicas de relajación o
meditación, evitar el consumo de alcohol o drogas y realizar actividades
que nos gusten y nos distraigan.
- Honra a tu mascota. Una
forma de canalizar nuestro dolor y rendir homenaje a nuestra mascota es
realizar algún ritual o acto simbólico que nos permita despedirnos de ella
y agradecerle todo lo que nos ha dado. Por ejemplo, podemos enterrarla o
incinerarla según nuestras creencias o preferencias, colocar una foto o un
objeto suyo en un lugar especial de nuestra casa, plantar una flor o un
árbol en su memoria, escribirle una carta o un poema, hacerle un dibujo o
una manualidad, donar dinero o tiempo a alguna asociación protectora de
animales en su nombre, etc.
- Date tiempo para sanar. No te
presiones ni te compares con nadie. Cada persona tiene su propio ritmo y
su propia forma de vivir el duelo. No hay una fecha límite para dejar de
sufrir ni una receta mágica para olvidar. El dolor por la pérdida de una
mascota nunca desaparece del todo, pero sí se puede transformar en un
recuerdo dulce y agradecido que nos acompañe el resto de nuestra vida. Lo
importante es no quedarnos estancados en el sufrimiento y seguir adelante
con nuestra vida, sin dejar de amar y recordar a nuestra mascota.
Esperamos que estos consejos te
sean de utilidad y te animamos a buscar ayuda profesional si sientes que no
puedes superar el duelo por tu cuenta. Recuerda que no estás solo y que siempre
hay una luz al final del túnel. Tu mascota querría verte feliz y orgulloso de
haber compartido tu vida con ella.
Fuentes de información:
- Romero, T. (2016). El duelo por la pérdida de una mascota: una
revisión sistemática. Revista de Psicología Clínica con Niños y
Adolescentes, 3(2), 13-20. Enlace
- Beck, L.,
Madresh, E. A., & Wrobel, T. A. (2008). Human–companion animal
attachment: Integration of human–animal bond and intergroup contact
theories. Anthrozoös, 21(4), 387-396. Enlace
- Field, N. P.,
Orsini, L., Gavish, R., & Packman, W. (2009). Role of attachment in
response to pet loss. Death studies, 33(4),
334-355. Enlace
- Lagoni, L.,
Butler, C., & Hetts, S. (1994). The human-animal bond and grief. Philadelphia: WB Saunders Company.
- Lee, C. (2020,
February 19). A tale of two reference formats. APA Style Blog. Enlace
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