Pensamientos intrusivos: cómo identificarlos, comprenderlos y modificarlos

Todos hemos experimentado alguna vez pensamientos que nos resultan molestos, desagradables o inapropiados. Por ejemplo, imaginar que hacemos daño a alguien que queremos, que nos tiramos al vacío desde una altura o que nos contagiamos de una enfermedad grave. Estos pensamientos son lo que se conoce como pensamientos intrusivos, y se caracterizan por ser involuntarios, recurrentes y difíciles de controlar.





Los pensamientos intrusivos son normales y forman parte del funcionamiento de nuestra mente. No tienen por qué reflejar nuestros deseos, valores o intenciones reales, sino que son fruto de nuestra imaginación, creatividad o memoria. La mayoría de las veces los reconocemos como absurdos o irracionales y los descartamos sin darles mayor importancia.


Sin embargo, en algunas ocasiones los pensamientos intrusivos pueden convertirse en un problema cuando generan un alto nivel de ansiedad, culpa, vergüenza o miedo en la persona que los sufre. Esto puede ocurrir cuando la persona les otorga un significado negativo o una relevancia excesiva, creyendo que son una amenaza para su bienestar, su identidad o su moral.


Los pensamientos intrusivos pueden estar relacionados con diferentes trastornos mentales, como el trastorno obsesivo-compulsivo (TOC), el trastorno de estrés postraumático (TEPT), la ansiedad social, la depresión o las fobias. En estos casos, los pensamientos intrusivos suelen ser más frecuentes, intensos y persistentes, y pueden interferir en el funcionamiento normal de la persona.


Tipos de pensamientos intrusivos


Los pensamientos intrusivos pueden tener diferentes contenidos, dependiendo de las preocupaciones, temores o experiencias de cada persona. Algunos tipos comunes de pensamientos intrusivos son los siguientes:


  • Pensamientos de agresión: son aquellos que implican hacer daño a uno mismo o a los demás, ya sea física o verbalmente. Por ejemplo, golpear a alguien, insultar a un superior, apuñalar a un familiar o suicidarse.
  • Pensamientos de contaminación: son aquellos que tienen que ver con contraer o transmitir una enfermedad o una infección por contacto con objetos, personas o situaciones. Por ejemplo, tocar un picaporte, besar a alguien, ir al baño público o comer algo caducado.
  • Pensamientos sexuales: son aquellos que involucran actos sexuales inapropiados, indeseados o prohibidos con personas u objetos. Por ejemplo, tener relaciones sexuales con un familiar, con un menor de edad, con un animal o con un objeto religioso.
  • Pensamientos religiosos: son aquellos que cuestionan la fe, la moral o la salvación de la persona o de los demás. Por ejemplo, blasfemar contra Dios, renegar de la religión, ofender a un santo o desear el infierno a alguien.
  • Pensamientos supersticiosos: son aquellos que se basan en creencias irracionales sobre el destino, la suerte o el azar. Por ejemplo, pensar que algo malo va a pasar si se rompe un espejo, si se pasa por debajo de una escalera o si se ve un gato negro.

Cómo afectan los pensamientos intrusivos a nuestra salud mental


Los pensamientos intrusivos pueden tener un impacto negativo en nuestra salud mental cuando provocan malestar emocional y conductual en la persona que los padece. Algunas de las consecuencias que pueden derivarse de los pensamientos intrusivos son las siguientes:


  • Ansiedad: es la respuesta emocional más común ante los pensamientos intrusivos. La persona siente miedo, nerviosismo o angustia por el contenido o la frecuencia de sus pensamientos, y puede experimentar síntomas físicos como taquicardia, sudoración, temblores o dificultad para respirar.
  • Culpa: es el sentimiento de responsabilidad o de haber hecho algo malo por tener pensamientos intrusivos. La persona se juzga a sí misma de forma severa y se siente avergonzada o indigna por sus pensamientos, creyendo que son un reflejo de su personalidad o de sus valores.
  • Obsesión: es la tendencia a rumiar o a prestar una atención excesiva a los pensamientos intrusivos, intentando comprenderlos, controlarlos o eliminarlos. La persona se obsesiona con sus pensamientos y les dedica mucho tiempo y energía, lo que aumenta su ansiedad y su malestar.
  • Compulsión: es la conducta que la persona realiza para aliviar la ansiedad o la culpa que le generan los pensamientos intrusivos. La persona cree que si hace ciertas acciones o rituales puede evitar que sus pensamientos se hagan realidad o que tenga consecuencias negativas. Por ejemplo, lavarse las manos, rezar, contar o comprobar.
  • Evitación: es la estrategia que la persona utiliza para escapar o prevenir los pensamientos intrusivos. La persona evita situaciones, objetos o personas que le recuerdan o le provocan sus pensamientos, lo que limita su vida social, laboral o personal. Por ejemplo, no salir de casa, no usar cuchillos, no ir a la iglesia o no ver la televisión.

Cómo manejar los pensamientos intrusivos


Los pensamientos intrusivos pueden ser muy molestos y perturbadores, pero no son peligrosos ni indican que la persona sea mala, loca o enferma. Lo importante es aprender a manejarlos de forma adecuada y saludable, sin dejar que afecten a nuestra calidad de vida. Algunas recomendaciones para lidiar con los pensamientos intrusivos son las siguientes:


  • Aceptarlos: lo primero que hay que hacer es aceptar que los pensamientos intrusivos son normales y que no podemos controlarlos ni eliminarlos por completo. En lugar de resistirnos o luchar contra ellos, debemos reconocerlos y dejarlos pasar sin darles mayor importancia. No hay que sentirse culpable ni avergonzado por tenerlos, sino entender que son solo pensamientos y no realidades.
  • Desafiarlos: lo segundo que hay que hacer es desafiar el significado y la relevancia que le damos a los pensamientos intrusivos. En lugar de creerlos o temerles, debemos cuestionarlos y contrastarlos con la evidencia y la lógica. No hay que dejarse llevar por las emociones o las sensaciones, sino por los hechos y las razones. Podemos preguntarnos: ¿Qué pruebas tengo de que este pensamiento sea cierto? ¿Qué probabilidades hay de que ocurra lo que pienso? ¿Qué consecuencias reales tendría si ocurriera? ¿Qué haría si ocurriera?
  • Exponerse: lo tercero que hay que hacer es exponerse gradualmente a los pensamientos intrusivos y a las situaciones, objetos o personas que los desencadenan. En lugar de evitarlos o escapar de ellos, debemos enfrentarnos a ellos con valentía y confianza. No hay que temerles ni huir de ellos, sino habituarnos a ellos y reducir su impacto emocional. Podemos hacerlo mediante ejercicios de imaginación o de realidad, siempre con el apoyo de un profesional si es necesario.
  • Distraerse: lo cuarto que hay que hacer es distraerse con actividades placenteras o productivas cuando los pensamientos intrusivos nos invadan. En lugar de obsesionarnos o rumiar sobre ellos, debemos enfocarnos en otras cosas que nos gusten o nos interesen. No hay que dejar que nos roben el tiempo ni la energía, sino ocuparnos en lo que nos hace felices y nos ayuda a crecer. Podemos hacerlo mediante hobbies, deportes, lecturas, juegos o relaciones sociales.

Conclusión


Los pensamientos intrusivos son un fenómeno normal y frecuente en todas las personas. No tienen por qué ser motivo de preocupación ni de alarma, siempre y cuando no interfieran en nuestro bienestar emocional y mental. Lo importante es saber cómo manejarlos de forma adecuada y saludable, sin dejar que nos afecten negativamente. Para ello, podemos seguir las … recomendaciones que hemos visto: aceptarlos, desafiarlos, exponerse y distraerse. Si los pensamientos intrusivos nos causan mucho malestar o dificultan nuestro funcionamiento normal, es conveniente buscar ayuda profesional. Un psicólogo puede ayudarnos a identificar, comprender y modificar los pensamientos intrusivos, así como a desarrollar estrategias para afrontarlos y superarlos. Los pensamientos intrusivos no tienen por qué dominar nuestra vida ni nuestra mente. Podemos aprender a convivir con ellos y a reducir su influencia en nuestra salud mental.


Fuentes bibliográficas


  • Bennett, H. (2022, julio 8). Qué son los pensamientos intrusivos y cuándo se convierten en un problema. BBC News Mundo. https://www.bbc.com/mundo/noticias-62064404
  • Menéndez Martínez, N. (s. f.). Pensamientos Intrusivos: ¿qué son y cómo combatirlos? MédicoPlus. Recuperado el 21 de julio de 2023, de https://medicoplus.com/psicologia/pensamientos-intrusivos




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