Según un estudio de la Universidad de California, publicado en la revista Personality and Social Psychology Bulletin, las personas que se exponen a noticias negativas tienen más estrés, ansiedad y depresión que las que no lo hacen (McGowan et al., 2022). Los investigadores realizaron dos experimentos con más de 200 participantes a los que asignaron al azar a ver noticias positivas, negativas o neutras. Luego midieron sus niveles de cortisol (la hormona del estrés), su estado de ánimo y su bienestar psicológico.
Los resultados mostraron que las personas que vieron noticias negativas tenían niveles más altos de cortisol y peor estado de ánimo que las que vieron noticias positivas o neutras. Además, las personas que vieron noticias negativas también mostraron más síntomas de ansiedad y depresión en una encuesta realizada una semana después.
Los autores del estudio explican que las noticias negativas pueden activar el sistema de amenaza del cerebro, que nos prepara para enfrentarnos o escapar de situaciones peligrosas. Sin embargo, cuando la amenaza es crónica o incontrolable, como ocurre con la pandemia, el sistema de amenaza se mantiene activado y genera un estrés prolongado que puede dañar nuestra salud física y mental.
Además, las noticias negativas pueden afectar nuestra percepción de la realidad y nuestra autoestima. Según los investigadores, las personas que se exponen a noticias negativas tienden a ver el mundo como un lugar más peligroso y hostil, y a sentirse más vulnerables e impotentes. Esto puede disminuir su confianza en sí mismas y en los demás, así como su motivación para actuar y cambiar las cosas.
¿Qué podemos hacer?
Ante este panorama, ¿qué podemos hacer para cuidar nuestra salud mental sin dejar de estar informados? Los expertos recomiendan limitar el consumo de información y buscar fuentes confiables y equilibradas. No se trata de ignorar lo que pasa en el mundo, sino de seleccionar lo que nos interesa saber y evitar el exceso de información que nos sobrepasa y nos angustia.
Algunas pautas que podemos seguir son:
- Establecer horarios para ver o leer las noticias. Por ejemplo, dedicar media hora por la mañana y otra por la tarde, evitando hacerlo antes de dormir o al despertar.
- Elegir medios de comunicación serios y profesionales que ofrezcan información veraz, contrastada y contextualizada. Evitar los medios sensacionalistas o partidistas que buscan generar emociones negativas o manipular la opinión pública.
- Diversificar las fuentes de información y consultar diferentes puntos de vista sobre un mismo tema. Así podremos tener una visión más amplia y crítica de la realidad.
- Buscar también noticias positivas o inspiradoras que nos muestren el lado bueno de la humanidad y nos den esperanza. Hay muchos ejemplos de solidaridad, creatividad y superación que merecen ser conocidos y valorados.
- Compartir nuestras opiniones y emociones sobre las noticias con personas de confianza. Esto nos ayudará a expresarnos, a sentirnos apoyados y a contrastar nuestras perspectivas.
- Practicar actividades que nos relajen y nos distraigan del estrés. Por ejemplo, hacer ejercicio físico, meditar, leer un libro, escuchar música o ver una serie.
- Cuidar nuestra salud física y mental. Dormir bien, alimentarnos de forma saludable, evitar el alcohol y las drogas, y consultar a un profesional si sentimos que las noticias nos afectan demasiado.
En conclusión, las malas noticias pueden tener un efecto negativo en nuestra salud mental, pero podemos tomar medidas para reducir su impacto y protegernos. No se trata de aislarnos de la realidad, sino de informarnos de forma consciente y responsable, buscando el equilibrio entre estar al día y cuidar nuestro bienestar.
Referencias
McGowan, N. M., Huang, Y., Miller, G. E., Chen, E., & O’Donovan, A. (2022). Negative news exposure is associated with increased stress reactivity and subsequent depressive symptoms. Personality and Social Psychology Bulletin, 48(1), 3-17. https://doi.org/10.1177/01461672211034835
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