La economía y la salud mental son dos aspectos que están íntimamente relacionados y que se afectan mutuamente. En este artículo vamos a explorar cómo la situación económica puede influir en nuestro bienestar psicológico y cómo podemos afrontar los desafíos que nos plantea. También vamos a reflexionar sobre el significado y el valor del dinero en nuestra sociedad y en nuestra vida personal, desde una perspectiva social y psicoanalítica.
ÍNDICE
- · Introducción
- · La
economía y la salud mental: una relación bidireccional
- · Los
efectos de la crisis económica en la salud mental
- · Cómo
cuidar nuestra salud mental en tiempos de crisis
- · El
dinero y la felicidad: una mirada social y psicoanalítica
- · Conclusiones
- · Fuentes
de consulta
INTRODUCCIÓN
La economía es una ciencia que estudia cómo las personas y las sociedades asignan los recursos para satisfacer sus necesidades y deseos. La salud mental es un estado de equilibrio entre el individuo y su entorno, que le permite desarrollar sus potencialidades, afrontar las dificultades y disfrutar de la vida. Ambas dimensiones están interconectadas y se influyen mutuamente, tanto a nivel individual como colectivo.
En este artículo vamos a analizar cómo la economía afecta a la salud mental y viceversa, especialmente en contextos de crisis o de precariedad.
También
vamos a cuestionar el dicho popular “el dinero no da la felicidad”, desde una
perspectiva social y psicoanalítica, para comprender mejor el significado y el
valor del dinero en nuestra cultura y en nuestra subjetividad.
La economía y la salud mental: una relación bidireccional
La economía y la salud mental se relacionan de forma bidireccional, es decir, que se influyen mutuamente. Por un lado, la situación económica puede tener un impacto positivo o negativo en nuestra salud mental, dependiendo de factores como el nivel de ingresos, el acceso a bienes y servicios básicos, la seguridad laboral, las oportunidades de desarrollo, la equidad social, etc. Por otro lado, la salud mental también puede influir en la economía, ya que los trastornos mentales pueden afectar al rendimiento laboral, a la productividad, al consumo, a la inversión, al desarrollo humano, etc.
Según
datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos mentales
representan el 13% de la carga global de enfermedad y tienen un costo estimado
de 2.5 billones de dólares al año. Además, se prevé que para el año 2030 la
depresión será la primera causa de discapacidad en el mundo. Estos datos
muestran la importancia de invertir en prevención, promoción e intervención en
salud mental, tanto por razones éticas como económicas.
Los efectos de la crisis económica en la salud mental
La crisis económica que se inició en 2008 ha tenido consecuencias negativas para la salud mental de millones de personas en todo el mundo. Según diversos estudios, la crisis ha provocado un aumento del estrés, la ansiedad, la depresión, el suicidio, el consumo de alcohol y drogas, los problemas familiares y sociales, etc. Estos efectos se deben principalmente a dos factores: el clima de incertidumbre, preocupación y pesimismo que genera la crisis; y la falta o pérdida de trabajo y los ingresos asociados al mismo.
El
trabajo no solo es una fuente de ingresos económicos, ...sino también un factor
de identidad, de realización personal, de integración social y de participación
ciudadana. Por lo tanto, la falta o pérdida de trabajo puede afectar a la
autoestima, al sentido de la vida, a las relaciones interpersonales y al
compromiso con la comunidad. Además, la falta o pérdida de trabajo puede
generar dificultades para cubrir las necesidades básicas de alimentación,
vivienda, salud, educación, etc., lo que aumenta el riesgo de pobreza y
exclusión social.
Foto de Towfiqu barbhuiya en Unsplash
Cómo cuidar nuestra salud mental en tiempos de crisis
Ante
la situación de crisis económica que vivimos, es fundamental cuidar nuestra
salud mental y la de las personas que nos rodean. Para ello, podemos seguir
algunas recomendaciones que nos ayuden a afrontar los desafíos y a mantener el
equilibrio emocional:
Buscar
apoyo social. Es
importante contar con el respaldo de familiares, amigos, vecinos, compañeros,
etc., que nos ofrezcan su escucha, su comprensión, su consejo y su ayuda.
También podemos participar en redes o grupos comunitarios que nos permitan
compartir experiencias, recursos y soluciones.
Mantener
una actitud positiva.
Aunque la situación sea difícil, podemos intentar ver el lado bueno de las
cosas, valorar lo que tenemos y lo que hemos logrado, confiar en nuestras
capacidades y en nuestras posibilidades de cambio. También podemos fijarnos
metas realistas y motivadoras que nos den ilusión y esperanza.
Cuidar
nuestra salud física.
La salud física y la mental están estrechamente relacionadas. Por eso, es
conveniente llevar una alimentación sana y equilibrada, hacer ejercicio físico
regularmente, dormir bien y evitar el consumo de alcohol y drogas. Estos
hábitos nos ayudan a mejorar nuestro estado de ánimo y nuestra energía.
Realizar
actividades gratificantes.
Es importante dedicar tiempo a hacer cosas que nos gusten y nos diviertan, como
leer, escuchar música, ver una película, practicar un hobby, etc. Estas
actividades nos proporcionan placer, relajación y satisfacción.
Buscar
ayuda profesional. Si
sentimos que la situación nos supera y que tenemos síntomas de estrés, ansiedad
o depresión que interfieren con nuestro funcionamiento diario, es recomendable
consultar con un profesional de la salud mental que nos oriente y nos ofrezca
un tratamiento adecuado.
El dinero y la felicidad: una mirada social y psicoanalítica
El dinero es un elemento central en nuestra sociedad capitalista y consumista. El dinero nos permite acceder a bienes y servicios que satisfacen nuestras necesidades y deseos. También es un símbolo de poder, prestigio y éxito social. Por eso, muchas personas creen que el dinero da la felicidad o que cuanto más dinero se tiene más feliz se es. Sin embargo, esta creencia no se sostiene desde una perspectiva social ni psicoanalítica.
Desde una perspectiva social, se ha demostrado que el dinero solo contribuye a la felicidad hasta cierto punto. Es decir, ...es decir, que el dinero puede aumentar la felicidad cuando se usa para cubrir las necesidades básicas de subsistencia, pero no cuando se usa para acumular riqueza o para comprar bienes superfluos. Además, el dinero puede generar desigualdad, injusticia y conflicto social, lo que afecta negativamente a la felicidad colectiva. Por lo tanto, la felicidad no depende solo del dinero, sino también de otros factores como la salud, las relaciones, la educación, la cultura, el medio ambiente, etc.
Desde
una perspectiva psicoanalítica, el dinero tiene un valor simbólico que va más
allá de su función económica. El dinero puede representar el amor, la
seguridad, la libertad, el reconocimiento, la autoestima, entre otros. Por eso,
muchas personas buscan el dinero como una forma de compensar sus carencias o
conflictos emocionales. Sin embargo, el dinero no puede resolver los problemas
psicológicos ni llenar el vacío existencial. Por lo tanto, la felicidad no se
encuentra en el dinero, sino en el desarrollo de nuestra propia identidad y en
el establecimiento de vínculos afectivos significativos.
CONCLUSIONES
La
economía y la salud mental son dos dimensiones que se relacionan e influyen
mutuamente. La situación económica puede tener un impacto positivo o negativo
en nuestra salud mental, dependiendo de diversos factores. La salud mental
también puede influir en la economía, ya que los trastornos mentales pueden
afectar al rendimiento y al desarrollo económico.
Ante
la crisis económica que vivimos, es importante cuidar nuestra salud mental y la
de las personas que nos rodean. Para ello, podemos seguir algunas
recomendaciones que nos ayuden a afrontar los desafíos y a mantener el
equilibrio emocional. También es importante reflexionar sobre el significado y
el valor del dinero en nuestra sociedad y en nuestra vida personal. El dinero
no da la felicidad ni resuelve los problemas psicológicos. La felicidad depende
de otros factores como la salud, las relaciones, la educación, la cultura, el
medio ambiente, etc.
FUENTES DE CONSULTA
Clarín
(2018). El impacto de la economía en la salud. Recuperado de
https://www.clarin.com/viva/impacto-economia-salud_0_rUl8ttALX.html
Economía
de la salud mental (2010). Medigraphic. Recuperado de
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Economía
y salud: herramienta para la toma de decisiones (2019). AccessMedicina.
Recuperado de
https://accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?sectionid=94750671
La
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https://www.cepal.org/es/publicaciones/46830-la-economia-la-salud-mexico
Organización
Mundial de la Salud (2020). Salud mental y COVID-19. Recuperado de
https://www.who.int/es/campaigns/connecting-the-world-to-combat-coronavirus/healthyathome/healthyathome---mental-health
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